Existe un sentimiento bastante compartido entre los surfistas de Barcelona: “la ciudad no les tiene mucho en cuenta”. Un malestar que se ha visto incrementado con la reciente prohibición de practicar el surf a causa de las condiciones del mar. Esta vez, el enfado de los surfistas ha sido especialmente grande pues alegan que las olas no llegaban ni al metro de altura cuando la Guardia Urbana les instó a salir de agua.
La noticia de la prohibición
El pasado miércoles 25 de enero, la Guardia Urbana echó del agua a varios surfistas con motivo del fuerte temporal que había estado arrasando las costas catalanas desde el sábado anterior. El Ayuntamiento activó un protocolo de emergencia por mal estado del mar entre el 21 y el 24 de enero.
Aunque el miércoles 25 ya se había desactivado el protocolo de emergencia, el Ayuntamiento consideró que por precaución tenía que evitar que los surfistas se metieran en el agua.
Se reclama un cambio en la regulación
Los surfistas de la Ciudad Condal consideran que se debería cambiar la regulación actual, ya que el surf sólo puede practicarse con oleaje y, por lo tanto, nos parece ridículo que se prohíba su práctica cada vez que en las playas ondee la bandera roja o se active el protocolo de emergencia. No puede ser que a los surfistas se les apliquen las mismas regulaciones que a los bañistas.
Aun así, parece complicado impulsar un cambio de la regulación sin que haya una federación de surfistas que abandere dicho cambio. Parece ser que actualmente no existe la figura del interlocutor entre los surfistas y el Ayuntamiento de Barcelona.
Hace unos años un servidor empezó a trabajar en esta línea junto a la Federación Española de Surf, para que esta problemática se solucionara, pero al instaurarse la Unió Catalana de Surf, ella se encargó de la interlocución adoptando este papel de responsabilidad, por lo que desde entonces se ha perdido parte de la presión que nosotros ejercíamos
Barcelona no está adaptada al surf
Barcelona disfruta de una comunidad potente y bien instaurada de surfistas, eso lo sabemos todos, aun así, no dispone ni de las condiciones climatológicas más adecuadas, ni tampoco de zonas habilitadas para practicar este deporte.
El artículo 1 del Decreto 56/2003 –de 20 de febrero–, por el que se regulan las actividades físico-deportivas en el medio natural, contempla que “pueden resultar afectadas y condicionadas por factores meteorológicos, para el ecosistema y otras dificultades del medio, por lo que representan un cierto riesgo para las personas que las practican”.
En Barcelona, a pesar de no existir un espacio específico para hacer surf, el Ayuntamiento afirma que se puede practicar sin problema siempre que se realice a 200 metros de la zona de baño, y siempre que se acceda por las zonas habilitadas a las embarcaciones. Aun así, la regulación actual está condicionada por las indicaciones y/o señalizaciones de las playas.
Llegado a este punto y para evitar que situaciones como las que se vienen repitiendo, parece evidente que hace falta una regulación definitiva que traiga la paz al mundo del surf en Barcelona. En su día, ya algunos surfistas se movilizaron e incluso se hizo una petición desde Change.org. pero no fue suficiente...
¡Es el momento de organizarnos de nuevo! Juntos podemos cambiar la regulación para evitar que nos vuelvan a sacar del agua cada vez que tengamos buenas olas en Barcelona ya que es algo que no pasa muy a menudo.
Nos vemos surfeando por Barcelona. ¡Buenas olas a todos!
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Podéis escuchar el podcast del programa Surfeando la costa, de Lurta Nikolas, en Vinilo FM. Hablan de los incidentes a partir del minuto 4:30.